No se pierda la
JOYA DEL MES

 

Al igual que el mes pasado, presentamos otra moto de carreras: Se trata de la DUCATI de 220cc F3, una verdadera joya del mundo de las motos de competición.

En esta oportunidad, nos referiremos al proceso de restauración e historia desde su llegada. Este es un trabajo largo que requiere mucha paciencia, pero cuando hay ganas y además el trabajo se disfruta, éste pareciera "no ser tanto".


La DUCATI 220 F3, llegó a Chile a fines de los años '50, sólo con dos unidades. Una de ellas está actualmente en los Estados Unidos, en manos de un coleccionista y la otra, obviamente, es la que aquí mostramos.

Al llegar a CHILE, éstas causaron gran revuelo entre los amantes de las motos de carreras, ya que su potente motor competía de igual a igual con las 250cc F3 de otras marcas. Su motor, al igual que la 125cc F3 del mes pasado, contiene los elementos característicos de una motocicleta netamente "racing".

 


 
Esta F3 tuvo varios dueños, por lo que su estado no era del 100%.


No obstante, conservaba lo necesario para poder revivirla.

A fines
de los años '90 llegó a manos de mi padre (Luis Orellana), tal como se aprecia en la fotografía.

 

Podemos apreciar
su estado general que, a los ojos de un no-experto, es deplorable.

 

Después de un tiempo, la 220 es adquirida por un coleccionista
nacional, quien es asesorado por personas que, con pocos conocimientos en el tema, realizaron un trabajo de restauración no muy óptimo.
 

 


 
Podemos apreciar el asiento que no es original, como tampoco los tapabarros, pedalines de cambios y freno trasero. Además de los manillares, el color, el freno delantero, etc.

Con el correr de los años, el destino la trae nuevamente a mis manos para rescatarla y dejar en un 100% la hermosa y rarísima DUCATI 220 F3.
 

Al comenzar a desarmar pude apreciar todo lo que tenia que hacer, es
decir, "todo". Las telescópicas delanteras se rectificaron y el eje del porta horquillas tuvo que ser cambiado.
 
 


El chasis o cuadro se encontraba maltrecho, y las tomas de los pedalines tuve que hacerlos nuevos, ya que tenían soldado un tubo que no correspondía.

 
 
 

En la imagen podemos apreciar el trabajo: se fabricó un cilindro con hilo
interior y una especie de cuña, que actúa como soporte, para luego soldarlo al chasis.
 


 
Una característica de los modelos F3 eran sus asientos, de
estructura metálica con resortes pequeños y con un tapizado muy simple, que incluía un cierre metálico en la parte trasera. La DUCATI 220 no lo tenía, por lo que se tuvo que fabricar por completo, así como su tapiz (por Luis Orellana), siguiendo la copia de un original.
 


 
De igual forma, toda la parte delantera que incluye las telescópicas se arreglaron, es decir, se rectificaron y enderezaron, con bujes y retenes nuevos, para así poder conseguir un excelente resultado.

Además, se
consiguió un tapabarro nuevo igual al original y los manillares Ducati originales.




Así también el tambor de freno (que no lo tenía), al que se le fabricó la rejilla de ventilación y se reparó por completo, para dejarlo en las condiciones que ustedes aprecian.
 

Sin lugar a dudas, son un sinfín las reparaciones que se deben hacer para rescatar esta fabulosa Ducati de carreras
.


En el próximo número podrán apreciar, si Dios así lo permite, este trabajo terminado.
Por eso amigos de Tuerca.cl ánimo y paciencia si están restaurando alguna joyita, vayan con mucha calma, "piano-piano", que realizar un buen trabajo de restauración requiere tiempo y mucha dedicación.

Consejo:
Siempre consulten a alguien con experiencia, para NO cometer errores y terminar, a la larga, trabajando el doble.

Tomás Orellana Cornejo.

 


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