A la derecha mi padre, Héctor Rojas, con su hermano (el de lentes) más dos amigos disfrutando de un paseo de verano al balneario de El Quisco, verano de 1967. El auto, un Ford coupé del año 1946 que don Héctor mantenía muy bien cuidado en el que “volaba” según todos sus conocidos. - Héctor Rojas Cea
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