13/04/2003

 


24/10/2004

 

Carlos Vargas Valdivia (1933-2004)

No tuvimos el gusto de conocer en profundidad a Carlos Vargas V., era para nosotros otro rostro habitual, como tantos entusiastas que nos han acompañado a través del tiempo.

Carlos estuvo junto a nosotros por primera vez en la "Gran Reunión de Clásicos" de abril de 2003 en el Parque Los Dominicos (Las Condes), junto a su gran amigo Edmundo Valdivieso (QEPD), exponiendo sus elegantes motocicletas BMW clásicas. De ahí en adelante su presencia se hizo habitual, como en nuestro evento del pasado 24 de octubre de 2004 en Lo Barnechea, en que posaba alegremente con su pipa y su motocicleta para las cámaras de Tv.

Su entusiasmo lo movió a convencer a sus hijos de acompañarlo en nuestro Raid "Tuercas y Alas" hacia Olmué (28 de noviembre de 2004). De seguro, las expectativas de Carlos para ese soleado día eran las mismas que teníamos todos los participantes: Tomar parte de una fantasía, jugar a estar quizá en otro lugar, en otro tiempo... y compartirlo con sus hijos, y un grupo de amigos y entusiastas con pasiones similares.

La realidad, sin embargo, nos despertaría de ese sueño con un balde de agua fría: Carlos Vargas, uno de nosotros, comenzaba su viaje más trascendente ese día ante la impotencia y el dolor de sus seres queridos, amigos y de todos los participantes.

Queremos, a través de estas líneas, honrar la memoria de Carlos y desear a sus seres queridos, en especial a sus hijos María Paz, Rodrigo, Pablo y Víctor, pronto consuelo en la Fé y en la Paz del Señor.

Alejandro Rademacher - Tomás Orellana


Testimonio de un Amigo:

Conocí a Carlos Vargas Valdivia (QEPD) allá por mediados de la década de los '70 por motivos profesionales. En mi calidad de Liquidador de Seguros, debí atender desde entonces en adelante la cuenta de Aserraderos Pacífico y otras sociedades vinculadas de las que Carlos era socio y siempre mi interlocutor válido para desempeñar mi accionar. No fue difícil traspasar la barrera de lo meramente profesional, para empezar a cultivar una bonita amistad. Hombre afable, de muy fácil trato, amante de la vida, con su pipa siempre lista para aromatizar el ambiente, hacía muy expedito el relacionarse con él.

Desde muy temprano supe de su profunda afición por los caballos y las motos, la primera afincada en la rama de Equitación del Club Deportivo Universidad Católica, de la que fue Director en varios períodos y, la segunda, en diversos grupos de aficionados en torno a la marca BMW que él mismo ayudó a formar, el último de ellos el Club Cualtaco.

Ultimamente no habíamos estado muy cercanos, hasta que el evento reciente del Parque de Las Rosas de Lo Barnechea nos volvió a encontrar, él como actor y yo como espectador. Nos fundimos en un apretado e interminable abrazo que testimonió que con Carlos la amistad se daba así, sin necesidad de estar permanentemente viéndonos, sin necesidad de estar constantemente llamándonos.

Cuando supo que estaba liderando un grupo de dos ruedas se puso muy contento, más aun cuando le confirmé nuestra participación en el Raid "Tuercas y Alas" a Olmué, para el que ya hacía planes para hacer una presentación masiva de sus vehículos antiguos con la ayuda de su familia, lo que en definitiva aconteció. Esa mañana en el Movicenter le presenté mi megascooter y posó para mi cámara digital en lo que presumo fue su última fotografía posada.
 

No tengo más que aportar, salvo decir que sigo apenado porque nos ha dejado un hombre de bien, padre ejemplar, gran vividor, amigo de sus amigos. Sigo apenado porque se me ha ido un amigo de esos de verdad. Testimonio de lo anterior fue su funeral en la iglesia San Vicente Ferrer de Los Dominicos, donde la persona de Carlos convocó lo que se merecía en su despedida... una gran multitud!!!.

René I. Eyheralde Gómez
reyheraldemi.cl

 




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