Recientemente tuvimos la fortuna de poder apreciar en directo un Whippet. Una marca hoy escasa y que nos suena extraña, prácticamente perdida en la historia. Esto último nos interesó para conocer más de ella. Lo que primero destaca son tres aspectos esenciales: Primero, que fue creada por Mr. John N. Willys, dueño de la Willys-Overland ubicada en Toledo, Ohio. Segundo, que tuvo corta vida: entre 1926 y 1931 y tercero, tal vez lo más importante, es que en sus cinco años fue extremadamente popular llegando a ubicarse tercero en ventas en 1928, detrás de Ford y Chevrolet.
El Whippet que vimos aún conserva su mascota en el radiador. Y es que precisamente Whippet es una raza de galgos relativamente pequeños, livianos y ágiles, justo lo que el fundador de la marca quería representar en sus autos. Mr. Willys creó esta marca, como un automóvil mas bien pequeño, (lo pudimos observar en el ejemplar que da origen a esta nota, gracias al Sr. Roberto Junge), diríamos sorprendentemente pequeño para ser un auto de origen estadounidense. Al primer modelo, (Modelo 96) de 1926, le bastaba un motor de 4 cilindros y 30 HP.
El éxito de su lanzamiento llevó nada menos que a más de catorce millones de personas a visitar los Concesionarios Willys para conocer el nuevo auto. Se vendieron 110.000 unidades, todo un éxito para una marca nueva. Pero ello no era casual: los compradores se llevaban un auto con frenos en las cuatro ruedas, enfriamiento por bomba de agua y lubricación presurizada mediante bomba, avances importantes que no eran frecuentes en automóviles de precio económico. El estilo, tal como pudimos apreciar en persona, era sencillo, compacto y bajo, tipo europeo.
Pero, como siempre ocurre con modelos exitosos, la tentación de agrandarlo también se hizo presente y ya en 1927 se equipaba con 6 cilindros, llamándose modelo 93 y 93A. Uno de estos vehículos con motor de seis cilindros efectuó una contundente demostración de durabilidad: Corrió durante 24 horas en la Indianapolis Motor Speedway, promediando 91 km/hr. (durante las 24 horas), estableciendo un record para autos de menos de 1.000 dólares. Consecuente, la publicidad lo anunciaba como “El seis cilindros de menor precio en el mundo”.
El éxito acompañó al Whippet durante 1928, vendiéndose 315.000 unidades y luego en 1929, algo menos, 242.000. Al igual a que muchas otras marcas, la depresión de 1929 selló su suerte. Willys decidió concentrar esfuerzos en sólo un modelo, siendo elegido el Willys 77.
Se dice que la buena performance y confiabilidad del Whippet, sin duda influenció a Henry Ford para acelerar el lanzamiento al mercado de su Modelo A en 1927.
La Willys-Overland fue uno de los primeros fabricantes en reconocer la importancia que la exportación tenía para el negocio. Ya en los años 10 vendía automóviles en 37 países.
En Chile los Whippet estuvieron desde el primer momento, pero en 1928, cuando nada hacía presagiar el fin de la marca, sabemos que los señores Magnani y Calvo instalaban un elegante y cómodo local en Delicias 1663 (Actual Alameda), tomado a su cargo la representación de esta marca, con los modelos “four and sixes”. Ellos serían los responsables de haber traído a Chile varios Whippet de los cuales hoy se conservan muy pocos.
Whippet de 1928 del Sr. Andrés Montero, también nos ha acompañado en algunos eventos desde el año 2004.
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